Aquí en mi colegio todos tenemos nombre por el que se nos conoce y escuchan nuestra voz.
Es genial porque al ser únicos podemos aportar y descubrir de tantas maneras que me hace sentir especial.
Si lo somos, exploradores del conocimiento y creadores de obras fantásticas.
No hay tiempo sino para hacer más con nuestras manos, ver más allá con nuestros ojos y sentir con el corazón.
Porque participamos colaborando con quien más lo necesite y así nos sentimos doblemente orgullosos.
Y no sabéis lo que os espera a partir de ahora…
Nuestro cole se transforma, si, en increíbles ecosistemas con criaturas y paisajes inesperados.
Dónde la pastoral nos acompaña con ese espíritu franciscano que nos identifica, con un amor incondicional hacia el respeto de la naturaleza, la llamada del adviento y la llegada de la Navidad.
Si, en mi colegio tengo nombre y me hace ser tan FELIZ…