La primavera abre sus ventanas a pesar del tiempo. No hay registros, la naturaleza se abre paso.
La tierra llora y sueña agua, los almendros no saben dónde mirar y florecen.
Sonidos de aleteos se mezclan con olor a néctar y tierra.
La lluvia cae tímidamente con su ejército de nubes azules que se tornan en grises ofreciendo un nuevo paisaje.
¡Baila al son!
Una melodía de contrastes que contemplas y sientes en tu piel.
¡Observa!
No te pierdas ni un momento y atrapa su esencia.
¡Sigue!
Tus ojos son capaces de captar su inigualable belleza.
¡Estás aquí!
El aire juega con permiso rozando tu piel haciéndote cosquillas.
Y ríes.
Una sensación familiar y renovada en tu interior que te llama a descubrir de nuevo, quizá a destiempo, pero una paleta de colores nos invita.
Tiempo de detalles en ti y para ti en la soledad más deseada, dónde la primavera busca tu mano para juntos recorrer tanto…