Un verdadero artista. El detalle es su hacer. Un increíble viaje por las diferentes culturas.
Utensilios de cocina previamente preparados, fundamentales cuchillos afilados y todo un mundo de colores y esencias, dónde los 5 sentidos transmiten un mar de nuevas sensaciones.
Mimo y cuidado exquisito en sus platos, en todo momento.
Vapores que se funden, olores a mar y tierra, especias, el dulce y el salado y tanto por crear y compartir.
A su paso se asoman las verduras mostrando su verdor, dónde hortalizas y frutos se preparan para el desfile del color. Se unen las tímidas legumbres ocupando su espacio, mientras unos traviesos pescados dan la bienvenida a los crustáceos.
Es una verdadera fiesta dónde las aves y carnes no pueden faltar. El mercado los llama a todos fiambres, lácteos, panes…
Los ojos del cocinero parecen hablar, a cada uno le llegará su gran momento.
Y él cada día sorprende, cada día crea, cada día sueña.
Un increíble final, una obra bien hecha a través de un tacto impecable que hace de él un arquitecto de la cocina.
¡Os cuento un secreto!
Tengo a mi lado un mágico y maravilloso cocinero en mi vida.