Majestuoso es la palabra que te define.
Tu color negro azabache realza tu silueta donde tu mirada inquieta dirige sin dudar tus erguidas antenas hacia la dirección elegida.
La elección está hecha.
Tus aparentes frágiles patas se preparan para la travesía a través del verdor de las hojas que mordisqueas antes del vuelo.
Saltos precisos indican una repetida curiosidad por llegar.
Lugares inhóspitos a veces y tan familiares otras, donde el frío o el calor húmedo acompañan sin rumbo fijo.
Un caminar que la sabia naturaleza abrigará a nuestro amigo.
Mientras, nos queda volver a esperar su presencia.
Una escena inigualable como la perfección de un cuadro vivo en nuestra retina.
Hoy es él, el que ocupa el tiempo con un sinfín de mágicos momentos.
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