Hemos vivido la Navidad de forma tan diferente y sentida que el papel se ve limitado por las letras expresadas.
Momentos de espera, de reconciliación, de tristeza y alegría pero seguro con cierta esperanza en la espera.
Y en cada uno de ellos, buscando esa pequeña pauta que nos permita mantenerlos en nuestra retina
para aprender de ellos, repetirlos o no pero sin dejar de sentir una y otra vez.
A través de los más pequeños y con nuestros mayores, abrir de nuevo un mundo de sensaciones
que estaban dormidas quizá, distintas a veces, o las que has cuidado tanto que abrigan tu piel.
Todavía es Navidad mientras escribo recodando el paso de estos días tan intensos.
Nublados, fríos y soleados donde las calles van contando tantas historias de gente que da la mano y en su rostro se desdibuja su esencia.
Diferente para cada uno, distancias , pérdidas y vida,se entremezclan en tu persona, buscando ese rincón que por un momento te permita ser feliz.
Los Magos de Oriente están por llegar y vuelve la ilusión en ti ,con los demás compartiendo esa emoción que te permite soñar.
¡ Cuanto por contarnos a la vuelta!
Es entonces cuando tu mirada me recuerda que a través de las letras nuestros recuerdos y vivencias más preciadas no se extinguirán sin permiso.