Son importantes, sí, porque cada uno tiene su por qué, su expresión, su espíritu e historia.
Pueden parecer atrevidos, razonables, fugaces y hasta egoístas, o no.
… Pero son los nuestros y demostrando lo adecuado o rozando lo absurdo, nos acompañan.
Salud, voluntad, esfuerzo, tolerancia, óptima economía, sin olvidar la belleza.
Tomando una taza de café con ellos, a solas y saboreando sus matices.
Sintiendo su intensidad que flota en el aire.
Auténticos, cuando se trabaja para ellos y se percibe su valor.
Y significativos, si aportan el perfil humano requerido para su realización.
Una sentida y pensada lista de propósitos como regalo de felicidad.
Seguro ya tienes algo en mente y en marcha, donde los deseos van saltando líneas rectas y curvas, compartiendo esos maravillosos logros que sin tu consentimiento no tendrían lugar.
¡Estás a tiempo para hacerla!
Cuando quieras, puedes comenzar.
¡No te despistes!, si no, puedes pedir una mano amiga, o dos …