Se posó tranquila por una vez,
con sus alas de terciopelo,
en el balcón de la niña
que cepillaba su pelo.
Llamaba a la primavera,
con los colores del alba,
cuando un pájaro cantor,
con su melodía la cortejó.
El campo saludaba risueño,
a las mañanas frescas aún.
Donde las flores vestidas de primavera,
se balanceaban para ver el vuelo danzarín
que anunciaba por fin.
¡Qué bella mariposa!
La mariposa traviesa,
amiga del viento y los colores del tiempo.
Y cuando alcanza el cielo,
se refleja el color celeste,
que aún más la embellece.
Sonidos que rompen el silencio
de naturaleza viva,
todos han despertado por fin al día.
Cuando la elegante mariposa,
hace su elección en su ir y venir,
en un viaje con fin.