¡Deprisa, deprisa!

Corrientes de viento silenciando las voces, olor a jabón y calidez en tu rostro al observar tu risa.

¡Deprisa!

 Todos los sentidos alerta, atentos.

Momentos inacabados, tiempo que pasa, no espera y se escapa.

Entonces un intenso suspiro.

¡Deprisa!

Hay que llegar a todo. Una silueta cabizbaja da lugar a otra, una búsqueda constante de ….

¡Deprisa!

Ahora el gesto se figura en tristeza con matices de emoción contenida.

Recupera el aliento.

 ¡Vuelve!

 Se dan todas las combinaciones posibles de tu propio reflejo, de tu identidad.

Anoto en los márgenes de mi libreta.

 Sé feliz y regresa a ti, a pesar de las grietas de la pared.

Respira el silencio, abrázalo y en su escucha envuelve tu alma.

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