¡Vaya dilema!
Me pregunto cuál es la más indicada, la más fuerte y fresca…pero no hay forma de acertar.
Es tal la gama de tubos de colores con sus distintas formas y tantos sabores que al final me dejo guiar por la vista.
Y…la verdad, no siempre acierto.
¡Comprarla! ¿Dónde?
Está en tantos sitios que al ir a buscarla me pierdo yo. De repente, aparece en el supermercado, en la droguería o en la farmacia, su espacio de preferencia.
Al final, cada vez una y otra, tantas y diferentes.
¡Vaya dilema!
Si pregunto, cada uno tiene su criterio y aparecen hasta las blanqueadoras que harán que tu sonrisa sea hasta más atractiva según dicen.
En algún momento he dado con la ideal pero cuando se acaba…
O no encuentras la misma o caes en la tentación de probar otra y vuelta a empezar.
¿Te pasa a ti lo mismo?
Al final de los finales, esto de la pasta de dientes nos pasa con mil cosas.
¿No crees?
Pero hoy nos toca elegir el sabor y quizá nos decidamos pronto.
Y hasta acertemos.
Puede que tu sonrisa esté a veces escondida, pero que no desaparezca porque es la respuesta a tantas preguntas traviesas…