Recordar el Verano

Que me hablaba sin límites.

Lo cambiante a cada paso.

Cada momento vivido, sentido.

Cada cosa que he tocado.

Lo que en una mañana y en un atardecer he visto.

La esencia del contacto con el tiempo.

El crear al escuchar,
el silencio en la calma
y la calma en el movimiento.

Un cielo presente cobijando las horas.

Azul intenso, nubes y estrellas.

No es sino el techo que te acaricia.

Dejándote llevar…

Susurros a lo lejos,
se presentan cercanos , amables.

Entonces en un rostro,
se dibuja tímidamente una sonrisa,
que sin esperar respuesta,
aparece permaneciendo inalterable, serena, tuya.

Un lugar, el espacio para una soledad esperada, deseada.

Donde los sonidos hablan
para no olvidar.

Un verano con pausa,

liberando los silencios.

Inolvidable.

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