Están recogidos en un sencillo jarrón de cristal.
Parece que están en fila tan delicadamente alineados sin tener que esperar su turno.
Su espacio delimitado por sus verdes hojas y su erguido tallo que sujetan a sus preciosos pétalos amarillos que se asoman tímidamente sin abrirse del todo aún.
Una estampa primaveral digna de ser recordada a través de la mirada de un artista, dónde su forma y color nos invita a observar el más mínimo detalle.
Belleza armónica, calma y equilibrio imperfecto.
Un laberinto de esencias florales que desprende emociones intensas, líneas rectas y curvas llaman curiosas para despertar en ti la llamada de la primavera.
Abres los brazos para experimentar que puedes sentir que tus alas forman parte de tu cuerpo y vuelas.
Hoy son de color del sol que lo ilumina todo, un precioso detalle que compartir de nuevo a tu lado.