Una bella mariposa,
se posó en una flor ,
que lloraba porque nadie se acercaba a su color.
Pero entonces con cosquillas de repente despertó ,
por la blanca mariposa que en sus hojas se posó.
Los sonidos eran voces que les hablaba a las dos.
Porque se hicieron amigas la mariposa y la flor.
Las alas blancas y negras
un baile lleno de amor,
y el sol salió con sus rayos
para ofrecer su calor.
La dirección del viento
ayudó con su empujón.
¡ Cuántas travesuras ambas!
Con un sinfín de detalles, este verano de dos.
Solo nos basta mirar con ojos y corazón.
Y ahí estás tú, para poderte contar, anécdotas por doquier que el alma va a contemplar.