Querida editorial:
Comenzamos un nuevo camino por un paisaje desconocido en parte, por descubrir, pero a la vez esperanzador que hará que nuestros ojos y oídos estén más despiertos que nunca, sin despertador.
Dónde nos convertiremos en pintores, poetas, cocineros, bailarines, actores, cantantes, músicos y más.
Dónde el yo queda sustituido por el nosotros.
Dónde nuestras pequeñas semillas darán un fruto especial lleno de fe, magia y amor, que se reflejará en todos los trazos de nuestra revista, letras y números que nos hagan soñar y crecer juntos como franciscanos.
Porque, ¡El Buen Consejo Se Mueve!
Se mueve hacia un mundo quizá extraño, pero con valores que nos harán más fuertes y sobre todo más humanos.
Nos vamos a ver a menudo para recordar que todos y cada uno de nosotros tenemos algo que ofrecer al otro y que el campo de conocimientos está en el interior de uno mismo.
Homenaje a nuestros mayores, los grandes señores.
Manos sabias,
huellas en su piel.
Sonrisa sincera,
te mira y abriga,
porque siempre espera.
¡Abuelo, Abuela!
Como no quereros,
si vuestro abrazo alcanza
hasta el mundo entero.
Caricias y besos
de algodón y fresa,
viajan con nosotros
¡Abuelo, Abuela!
Y para vosotros,
este cielo inmenso,
con sus nubes blancas
y un amor inmenso.
¡Abuelo, Abuela!