La pasada semana, la última de septiembre, propusimos a nuestros alumnos y alumnas de 3º de la ESO que se atrevieran a escribirnos textos que ilustraran cómo sería vivir en una montaña. Le echaron imaginación, se pusieron manos a la obra y, aunque nos costó decidirnos, aquí os dejamos un par de textos seleccionados de entre todos los que realizaron. Son textos de gran valor comunicativo y extraordinariamente bien escritos, felicidades a las creadoras…
¡¡Esperamos que los disfruten!!… porque merecen la pena.
EL RELIEVE EN NUESTRA VIDA
Por Fabiola G. M. C. 3º ESO
A lo alto de la montaña, en Tiñana un pueblecito pequeño de Asturias, vivo desde muy pequeña junto a mi familia, mi mama, mi papa y mis hermanos.
Nuestra casa es muy grande, mejor dicho, vivimos en una granja y como nos encantan los animales tenemos una vaca de donde sacamos leche todas las mañanas, dos caballos llamados Río Rojo y Paso del Tiempo y una yegua llamada Angélica. También tenemos una perrita llamada Canela y cuatro cachorritos recién nacidos, Nela, Mila, Odi y Betto.
En la parte trasera de la casa tenemos un jardín con un huerto muy grande donde cosechamos frutas y verduras como zanahorias, tomates, rábano, fresas, moras, aguacates, calabazas, … y un gallinero del cual sacamos los huevos para el consumo diario.
De lunes a viernes bajamos al pueblo para ir al colegio, nos suele pasar a recoger el autobús a las 7:00 de la mañana y luego nos lleva a casa de vuelta a las 4:00 de la tarde.
Mi papa trabaja y se encarga de la granja, también hace queso para vender en el pueblo.
MI mama es la dentista del pueblo y trabaja en su consultorio de lunes a viernes mientras mis hermanos y yo estamos en el colegio.
Los fines de semana salimos a montar caballo, a pasear y también ayudamos a papa con las tares de la granja, también solemos ir al río que queda ceca de la casa y en verano nos bañamos en él todos los fines de semana.
Así son nuestros días, normalmente en casa.
¿Qué pasaría si viviésemos en una montaña?
Por Mª Celeste S. R. 3º ESO
No muchos saben, pero vivir en un pueblo en la montaña pude ser duro. Vivir con un clima de bajas de temperaturas y alejado de la ciudad, no es para muchas personas que digamos.
La forma y la altitud del relieve influyen, afectando principalmente a la economía y a la agricultura. El clima es frío y húmedo, (que puede llegar a influir en nuestro estado de ánimo) las conexiones son costosas y difíciles de encontrar y las pendientes de la montaña no les harían bien a los cultivos. Su economía se basa principalmente en la ganadería y en la minería, y, desde hace poco, en el turismo.
Sin mencionar lo lejos que nos quedarían los lugares cotidianos: el colegio, el supermercado, el centro comercial, las tiendas… Muchas veces, cuando van a hacer la compra y se les olvido comprar algo, se las tiene que apañar con lo tengan, ya que todo les queda muy lejos.
En cambio, nosotros estamos favorecidos de donde vivimos, si puede que algunos lugares nos queden lejos, pero al menos cuando necesitamos algo no tenemos que conducir varios kilómetros, ya que tenemos tiendas a nuestro alrededor.
Aunque si es verdad que con el paso del tiempo la tecnología ha conseguido habilitar más comunicaciones. Como por ejemplo es el cultivo en las terrazas (superficies llanas o ligeramente inclinadas), o la construcción de túneles de montaña y puentes elevados que facilitan las comunicaciones estrés los habitantes de las montañas y otros sitios cercanos.
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