Se llena de miradas inquietas y sonrisas.
Manos que acompañan al más pequeño que tira de los suyos, para alcanzar ese globo gigante que no responde sino al aire.
El azul del cielo con el amarillo del sol, brinda en el Buen Consejo con un abrazo de colores de paz e ilusión.
La creatividad de nuestro cole, se pone en marcha con sus pinta caras, sus deliciosas brochetas, diademas mágicas para nuestras hadas, porta libros que nos animan a seguir viajando y un abanico de sorpresas por descubrir juntos.
Un derroche de energías compartidas con las familias y profes más andarines y activos que celebran de nuevo, ese día precioso que es el de nacer y ser niño.
Y que hoy comienza aquí…