Entonces la guerra…

¡Cuánto horror hay en la guerra!
¡Cuánto sin sentido hay!

Poco valor encontrado.

Para las vidas perdidas,
sólo hay un gran dolor dado.

Con el corazón roto,
por una lucha sin fin.

Marcan a los que sobreviven,
con lágrimas por vivir.

Porque el tiempo que te han dado,
no es sino para hacer, y ser feliz.

Nadie tiene derecho a quitar,
un bien por compartir.

Porque el valor de la vida,
siempre tiene un porvenir.

Penan hoy y mañana,
por un presente incierto,
que nos roba el futuro muerto.

Rezamos por todas las almas,
sintiendo que abraza el cielo.

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