¡Háblame!

Hazme una señal,
mediante un susurro,
un enigma a resolver.

Escucha al atardecer,
contempla su presencia.

Saca las melodías del olvido,
no importa el largo tiempo.

Redescubrir.

¡Háblame!
Hazme una señal.

Llora sin miedo,
sin dudas.

La tristeza no tiene dueño,
se escapa entre tus dedos.

Tienes derecho a decir,
¡No! ¡Basta!

A esconderte por un momento,
pero no desaparezcas.

La vida te escucha,
te llama …

Porque tu destino es ser feliz,
no lo olvides jamás.

¡Háblame!

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