Nuestro Misterio de Navidad en un árbol

Un enorme sol lo preside, con su color de fuego abrigando a los Misterios.

 

Dónde sus ramas de luz responden a cada uno, abrazándolos a todos y expresando la naturaleza viva de amor entre los que allí habitan.

 

Tan diferentes, tan puros, respetando lo que la vida les ha ofrecido.

 

Cielo y nubes que envuelven las estrellas, flores, leche y miel, regadas de lluvia y una suave brisa.

 

Hasta llegar a un suelo de océano dónde todas las especies sostienen el maravilloso estandarte que nos ha tocado vivir.

 

Entonces sientes el calor incomparable de aquel con el que comienza todo, sin fin, para ofrecer la vida eterna dando un sentido al estar y ser.

Se aproxima la Navidad, abrir los corazones a la esperanza del Niño que va a nacer dándolo todo por nosotros y más allá.

 

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